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El diccionario de la RAE dice “Primilla: (de prima, “primera”) f. Perdón de la primera culpa o falta que se comete. 2. And. Cernícalo, ave.” La And. de la segunda acepción significa Andalucía, y es así, pues allí en algunos sitios se les llama “primillas” a secas y en femenino, es decir: “he visto una primilla”. Incluso mucha gente llamaba tradicionalmente primilla a todo lo que fuera rapaz y más pequeño que un milano. Curiosamente en los libros de cetrería antigua, una “prima” es una hembra de halcón, y por lo tanto también femenino, y puede que haya ahí una relación original con el nombre y el carácter femenino de este.

Parece no obstante una etimología relativamente contemporánea, o por el contrario muy vernácula, pues en los diccionarios antiguos no aparece como referencia a la especie, y en libros como “Ornitología de Sierra Morena” del doctor D. Leopoldo Matínez Reguera -“Director, por oposición, de aguas minerales” para más señas, reza su portada- de 1886, se refiere a la especie como “crecereleta, nombrada vulgarmente cernicalillo en esta sierra, más pequeño que el cernícalo, con el pico negro y pies amarillos, uñas blanquecinas, plumaje rojo y cola redondeada. Es poco frecuente en esta sierra y solo suele presentarse en las épocas de mucha langosta, a la que es muy aficionado y a la que suele perseguir desde África en donde es originaria”. El nombre de “crecereleta” es tan curioso que si lo pones en Google, te dice que la búsqueda de imágenes no obtiene ningún resultado.

Sin embargo vuelve a aparecer en el libro “Estudio de los animales libres útiles y de los nocivos a la Agricultura que viven en Castilla la Vieja” del doctor en farmacia Don Ermerenciano Nieto del Barco y con prólogo del doctor Don Francisco de las Barras Aragón, catedrático de Historia Natural en el instituto de Ávila; trabajo premiado por la Sociedad Económica Palentina de Amigos del País, en el Certamen Científico, Artístico y Literario celebrado en 5 de septiembre de 1887. En él, Don Ermerenciano se refiere a nuestra especie como “Cernícalo crecerina-Cernícalo rojo-Crecereleta. (Falco tinnunculoides L.) Del tamaño de un mirlo y de color rojo uniforme en el lomo. Suele verse también en esta comarca. Utilidad.- Ambos cernícalos son importantes bajo el punto de vista de la utilidad que reporta a la agricultura… El rojo, es especial para la langosta y he aquí el motivo de citarle, aunque no se le vea con tanta frecuencia como el común”.

Lo cierto es que puede rastrearse fácilmente el origen de esta “crecereleta” en “faucon crécerellete” que es el nombre que la especie recibe en francés. Pero de primilla, ni rastro. De todas formas tiene otros muchos nombres además de los ya dichos: mica, gavilucho, mícale, chigre, esparvero pequeño, buxarello, cequelín, quica, xoriguer petit, chiri, lagarteiro das torres, peneireiro-de-dorso-liso, grillero, naumann belatza… y eso solo en la península ibérica. Claro, que lleva mucho tiempo viviendo con nosotros.

¿por qué los llamamos primilla?